¡Buenas tardes a todos y todas!
Hace tiempo que no escribo en el blog, pero hoy, tras una pregunta que hicieron en Twitter (ahora X), he decidido retomar el teclado. Una compañera preguntaba cómo facilitar la transición de los niños de infantil a primero de primaria, y aunque suelo evitar involucrarme en estas cosas para no recibir críticas (¡que piensen lo que quieran, jajaja!), hoy me animé a responder.
¿Cómo hacemos esa transición?
Primero, quiero decir que hay muchas maneras de hacerlo, y a lo largo de los años hemos probado varias. Hoy quiero compartir una de las que más me ha gustado y que mejores resultados nos ha dado.
La transición de infantil a primaria suele empezar en junio, cuando los niños están en el último curso de infantil (cinco años). Es un momento crucial, y por eso consideramos fundamental que el aprendizaje se realice de forma contextualizada e incidental. Aunque estas actividades están planificadas, intentamos que se desarrollen dentro de las rutinas diarias, haciendo que los niños aprendan de situaciones reales y cotidianas.
Por ejemplo, organizamos visitas al edificio de primaria: los llevamos a conocer las aulas, los baños, la biblioteca, y otras instalaciones. Lo hacemos en diferentes momentos del curso, como durante el Día del Libro o en celebraciones especiales, lo que permite que los niños se familiaricen con el entorno de manera natural y progresiva. Pero es en junio cuando lo hacemos de manera más específica. Además de mostrarles el edificio y sus posibles futuras aulas, a veces organizamos clases conjuntas con alumnos de primero, para que se vayan familiarizando con los maestros y el funcionamiento de las clases. Estas actividades incluyen a toda la clase, como sesiones de educación física o plástica en las que niños de infantil y primero trabajan juntos.
Personalizando la experiencia
Sabemos que algunos niños necesitan más apoyo, por eso organizamos actividades adicionales, adaptadas a sus necesidades específicas. Esto puede hacerse de manera individual o en pequeños grupos, según sea necesario. A veces, también tomamos fotos durante estas actividades y las compartimos con las familias a través de la plataforma iPasen o usando las agendas de ida y vuelta a casa de las que ya os he hablado en otras ocasiones (entrada 1, entrada 2, entrada 3). De esta manera, los niños pueden hablar de lo que han hecho en el colegio, y los padres pueden ver cómo va la transición y de qué forma la hemos trabajado con sus hijos/as. Es una forma de mantener a las familias informadas y de reforzar el aprendizaje en casa.
Cuando llega septiembre y los niños están a punto de empezar primero de primaria, el equipo de orientación (normalmente los maestros de Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje) contactamos con las familias para hablar sobre el verano y anticipar cómo será la entrada en el nuevo curso. Suelen ser llamadas telefónicas, seguidas de correos electrónicos ( o iPasen) con información más detallada, incluyendo historias sociales para ayudar a los niños a entender mejor el cambio.
También aprovechamos esos primeros días, para hacer todo el travase de información al tutor/a nuevo o actualizar la información, porque ya en Junio se mantuvieron algunas reuniones entre las compañeras de infantil y primer ciclo de primaria. En concreto, nos sirve también para acordar con los tutores y resto de compañeros como abordaremos el primer día y siguientes, qué haremos, qué rutinas tienen inicialmente pensado desarrollar, actividades, tiempos...
El primer día de primaria
El primer día de clase, la maestra de infantil de cinco años, que ha estado con el grupo durante tres cursos, o alguna otra maestra que conozca bien al grupo, recibe a los niños a la entrada del colegio. Acompaña a todo el grupo a su nueva clase, donde les recuerda lo que vieron en junio y presenta al nuevo tutor. A veces, somos los maestros de PT o AL quienes hacemos esta introducción si la maestra de infantil no está disponible.
Durante la primera hora o dos, los niños pasan tiempo con el nuevo tutor y la maestra que los acompañó en infantil, lo que les da seguridad en un entorno nuevo. Para mí, esta compañía el primer día es crucial, porque tener una cara conocida en un lugar diferente ayuda a los niños a sentirse más seguros y confiados y también aporta algo de tranquilidad a las familias.
Adaptación continua
En algunos casos, la transición no termina aquí. Depende del grupo y de las necesidades específicas de cada niño/a. Como hemos trabajado con ellos desde infantil, conocemos bien a aquellos que pueden necesitar un apoyo extra. Por eso, el equipo de orientación elabora un "horario provisional de apoyo" para las primeras semanas de clase. Según las necesidades, los niños pueden tener el apoyo de alguien conocido durante gran parte de la mañana. Revisamos este horario a diario y lo ajustamos según vemos cómo se desarrolla la adaptación. Si todo va bien, vamos retirando los apoyos gradualmente y lo antes posible.
Durante estas primeras semanas, también ayudamos al nuevo tutor/a a conocer mejor al grupo y a entender las necesidades específicas de algunos alumnos. Ofrecemos orientación sobre estrategias que han funcionado bien en el pasado, así como sobre el uso de los productos de apoyo o ayudas como implantes cocleares, agendas, comunicadores, etc.
La importancia de un enfoque personalizado
Quiero destacar que, para que estas estrategias funcionen, es esencial que se integren en la vida diaria de los niños, es decir, no basta en muchas ocasiones, con enseñarles un anticipador o historia social, hay que vivienciarlo aprovechando la enseñanza/aprendizaje incidental y contextualizado.
Las historias sociales y los anticipadores que enviamos a las familias son personalizados y están diseñados para ayudar a los niños a comprender mejor su entorno y lo que va a pasar, y han sido trabajados previamenteen su mayoría. También es importante que las familias reciban esta información con antelación para poder explicársela a sus hijos.
En nuestro colegio, llevamos años trabajando así, y el uso de estas ayudas visuales está muy normalizado. Todos los niños las conocen porque se usan a nivel grupal en las asambleas, en la pizarra digital y en muchas otras situaciones. Esto facilita mucho la transición, especialmente para los niños que necesitan más apoyo.
En resumen
La transición de infantil a primaria es un momento clave para los niños, que implica cambios importantes en su entorno, rutinas y dinámicas de aprendizaje. La presencia de los especialistas en Audición y Lenguaje (AL) y Pedagogía Terapéutica (PT) asegura que este cambio se haga con más confianza y seguridad. Como especialista, AL y PT, no solo ayudamos a los niños a adaptarse, sino que también somos un apoyo valioso para el nuevo tutor, ofreciendo estrategias personalizadas para cada niño. Nuestra labor es crucial, con todo el grupo pero sobre todo para aquellos niños con necesidades educativas especiales (NEE), tenemos un papel importante en facilitar la inclusión e integración de estos niños en el nuevo entorno, asegurando que se respeten sus ritmos de aprendizaje y se les brinde el apoyo necesario.
Y para finalizar destacar nuestra labor de asesoramiento y orientación, muchas veces olvidada, puesto que con el conocimiento previo de los niños, AL y PT podemos sugerir estrategias de enseñanza diferenciadas que se adapten a las necesidades específicas de cada alumno, facilitando así la tarea del tutor en la planificación de sus clases. Y hacemos que esa idea de la inclusión "se extienda" no es una tarea únicamente nuestra, nos incumbe a todos/as y nuestro conocimiento más especializado puede aportar información a nuestros compañeros/as para ponerlo en práctica en sus aulas. Al mismo tiempo nosotros apredemos de ellos y nos enriquecemos todos.
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Gracias a todos por leer hasta aquí y, como siempre, quedo a vuestra disposición para cualquier duda o comentario. ¡Nos vemos en la próxima entrada!
Un abrazo.
Mil gracias
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