Como dice mi maestra, compa帽era y amiga Carolina Velasco, quiz谩s m谩s que hablar de inclusi贸n, deber铆amos hablar de convivencia desde la diversidad. No se trata de incluir a nadie, sino de aprender a convivir respetando las m煤ltiples formas de ser, estar y aprender que conviven en nuestras aulas.
Criterios comunes: una m铆sma l铆nea de trabajo
Tras m谩s de veinte a帽os de experiencia en distintos centros, he comprobado que uno de los factores que m谩s contribuye a esa verdadera inclusi贸n (o convivencia respetuosa) es acordar pautas comunes de trabajo a nivel de centro. Establecer criterios unificados no solo aporta coherencia pedag贸gica, sino que facilita la participaci贸n y el bienestar de todo el alumnado, especialmente de aquel que necesita estructuras m谩s claras y predecibles. Cuando el profesorado rema en la misma direcci贸n, el alumnado lo nota. Cuando cada aula funciona como un “mundo aparte”, tambi茅n. Y en cada centro en el que he estado he intentado aportar mi granito de arena en este sentido.
Apoyos visuales que funcionan, no que adornan
A todo esto se suma algo fundamental: el uso de apoyos visuales con car谩cter funcional en todo el centro, no 煤nicamente en aulas espec铆ficas, que (desgraciadamente) es d贸nde 煤nicamente se entiende por toda la comundidad educativa que hay que usarlos. ¿Pero te has planteado que si no ocupan la vida de todo el centro dif铆cil va a ser que sean inclusivos? Cuando los apoyos visuales (rutinas, paneles, apoyos visuales, referentes espaciales, temporales, anticipadores etc.) se emplean de manera coherente, FUNCIONAL y compartida, se convierten en herramientas poderosas para favorecer la comprensi贸n y la autonom铆a del alumnado (NO, no son elementos decorativos). Del mismo modo, el uso de anticipadores en los d铆as en los que suceden actividades diferentes (como salidas, excursiones o eventos especiales) ayuda enormemente, mejora la adaptaci贸n y prepara al alumnado para cambios que, para algunos, pueden resultar especialmente dif铆ciles de gestionar. En definitiva, para muchos alumnos estos cambios son un terremoto emocional. Anticipar qu茅 ocurrir谩 les da seguridad y reduce la ansiedad. ¡Y funciona para todos!
Son muchas las cosas que hay que unificar en un centro si realmente queremos que sea inclusivo. Y ah铆 los PTs y ALs tenemos mucho que aportar en esta labor de orientaci贸n y asesoramiento; pero sin la contribuci贸n, implicaci贸n y puesta en pr谩ctica conjunta del resto de docentes y profesionales, no es posible avanzar. La verdad es que he tenido la oportunidad de trabajar en muchos coles, y en varios de ellos me he encontrado con gente excepcional que se pone manos a la obra (no os quito de mi cabeza, “gran equipo de infantil”). Y en la actualidad vuelvo a encontrarme con personas maravillosas, que se implican, escuchan, proponen y trabajan para mejorar. Y as铆, adaptando, estamos.
Un ejemplo que transform贸 centros enteros
Quiero centrarme hoy en un ejemplo concreto que considero especialmente relevante en las primeras etapas educativas. Hace algunos a帽os, desde la provincia de Granada y con el Equipo Especializado en TEA, trabajamos para unificar criterios en las aulas TEA de la provincia. En aquel momento no eran tantas como ahora, pero el trabajo coordinado y la labor de difusi贸n que se realiz贸 fue admirable, Alicia gracias por el trabajazo que te diste. Lo interesante fue que aquellas propuestas no solo llegaron a las aulas TEA, sino tambi茅n a otras aulas espec铆ficas y, posteriormente, a aulas ordinarias.
Uno de los acuerdos fue establecer un c贸digo com煤n de formas y colores para los d铆as de la semana, de manera que en toda la provincia se utilizara la misma referencia visual:
• Lunes → c铆rculo rosa
• Martes → tri谩ngulo amarillo
• Mi茅rcoles → rect谩ngulo rojo
• Jueves → nube verde
• Viernes → hex谩gono azul
• S谩bado y domingo → dos casas
Este sencillo acuerdo tuvo grandes repercusiones. Cualquier ni帽o o ni帽a que cambiara de aula encontraba el mismo c贸digo, lo que facilitaba la comprensi贸n, la anticipaci贸n y la adaptaci贸n. Adem谩s, permiti贸 ahorrar tiempo y recursos en la elaboraci贸n de materiales, ya que pod铆an compartirse y reutilizarse f谩cilmente. Lo que comenz贸 en aulas TEA se extendi贸 despu茅s a educaci贸n especial y a aulas ordinarias, generando una verdadera cultura de centro.
Y a帽o m谩s aqu铆 estoy intentando dar continuidad. Algunas fotillos de aulas de mi actual centro educativo.
La incoherencia se nota, la coherencia tambi茅n
En los 煤ltimos a帽os, dentro de mi labor de asesoramiento y orientaci贸n, he seguido promoviendo esta idea en los centros en los que trabajo. En ocasiones, he encontrado situaciones en las que cada aula utilizaba un c贸digo diferente para los d铆as de la semana, de modo que un mismo alumno pod铆a encontrarse con hasta tres o cuatro sistemas distintos seg煤n el curso o la docente que le tocara a lo largo de su trayectoria escolar, incluso estando en el mismo centro.¡. Esta falta de coherencia no solo confunde al alumnado, sino que tambi茅n dificulta la coordinaci贸n y la creaci贸n de materiales comunes.
Actualmente, estoy trabajando nuevamente con mis compa帽eros y compa帽eras para unificar estos criterios, tanto en las aulas espec铆ficas como en infantil, y extendi茅ndolos de forma digital a los primeros cursos de primaria. Dejo como ejemplo un Genially que en otros cursos escolares hemos utilizado para reforzar este c贸digo visual, especialmente 煤til en el paso de infantil a primaria. As铆, los ni帽os y ni帽as encuentran continuidad en algo que les resulta familiar, lo que favorece la seguridad y la motivaci贸n.
El enlace del genially lo tienes aqu铆 馃憠 PINCHA AQU脥.
La verdadera inclusi贸n se construye en equipo
En definitiva, creo que unificar estrategias, materiales y criterios de actuaci贸n (incluidos los apoyos visuales funcionales, los anticipadores y todas aquellas herramientas que favorecen la comprensi贸n y la participaci贸n) es una de las claves para avanzar hacia centros verdaderamente inclusivos. No se trata de imponer modelos cerrados, sino de construir l铆neas comunes que den coherencia y estabilidad al trabajo educativo.
Un centro no deber铆a ser un conjunto de “islotes” desconectados, sino un equipo que comparte una visi贸n y un rumbo. Y, por supuesto, esto no implica renunciar a revisar o reformular aquellas pr谩cticas que no est谩n funcionando; al contrario, la reflexi贸n compartida y la mejora continua son parte esencial de ese camino hacia una educaci贸n m谩s inclusiva, m谩s coherente y m谩s humana.
Debe ser un equipo que comparte un rumbo.
Y ese rumbo, si queremos que sea inclusivo, deber谩 estar hecho de reflexi贸n, de coherencia, de escucha y de mucha humanidad.
Gracias por leer hasta aqu铆.Un abrazo. Belinda.
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